Imagen de Próxima Centauro con Alfa Centauro A y B, al fondoLeí tres artículos sobre la búsqueda de vida extraterrestre, dos de ellos en Alfa Centauro, nuestro vecino más cercano, a 4,35 años luz de distancia. El primer artículo señala que un planeta rocoso similar a la Tierra puede estar orbitando en uno de nuestros vecinos estelares más cercanos, en el sistema estelar triple llamado Alfa Centauro, un popular destino para viajes interestelares en las obras de ciencia-ficción, y se podría detectar usando técnicas existentes. El segundo está publicado en Astroseti, muy completo, el cual resumo al final del post. El tercer artículo, fue noticia este mes y se relaciona con declaraciones del Vaticano admitiendo que tiene "sentido buscar formas de vida fuera de la Tierra, aunque de momento no existen pruebas".No es la primera vez que se manifiesta de esta forma, pero sí es una novedad que lo haga rodeado de científicos… en su propia casa.
Al respecto, opino que de haber vida fuera de la Tierra, de ninguna manera será como la conocemos, basada en carbono y oxígeno, pero creo que si la hay, y no pierdo la esperanza de ser testigo antes que mi vida termine, de la certeza de esta suposición.
Alfa Centauro: búsqueda de vida extraterrestre.
La estrella más brillante de la constelación (Alfa) es en realidad, un sistema triple: Los dos componentes mayores del sistema (Alfa Centauro A y Alfa Centauro B) conforman un sistema binario, girando una alrededor de la otra a una distancia de unos 3 500 millones de kilómetros. El tercer miembro del grupo es Alfa Centauro C, que se encuentra a 10 000 UA de A y de B, o sea más de 300 veces la distancia Sol-Neptuno. A esa distancia tan enorme, todavía no se puede estar seguro del todo si realmente está unida al dúo A-B. Por ahora, lo que sí sabemos es que su órbita la ha ubicado momentáneamente en el lado más cercano a nosotros. Es uno de los pocos lugares de la galaxia que pueden ofrecer una posibilidad clara de vida de un tipo más o menos terrestre. Cuando se procede a estimar las posibilidades de que haya vida en un sistema estelar dado, el primer criterio a considerar debe ser la madurez y estabilidad de la estrella; es decir, utilizan el hidrógeno para generar energía a partir de su conversión en helio dentro de sus núcleos, y como el hidrógeno es muy abundante, la mayoría de las estrellas permanece en la secuencia principal por largo tiempo, dando así una oportunidad para el desarrollo de la vida.
La segunda condición es que la estrella debe pertenecer al tipo espectral correcto, ya que éste determina la cantidad de energía emitida por la estrella. Las estrellas más masivas y calientes, que pertenecen a los tipos espectrales O, B, A, y a los primeros escalones del tipo F, queman su combustible muy rápidamente, por lo que su ciclo vital es demasiado corto (de unas pocas decenas a algunas centenas de millones de años, nada más). Las estrellas más pequeñas y frías, que pertenecen a los últimos escalones del tipo K y al tipo M no generan mucha energía, por lo que quizás no puedan mantener agua líquida en sus planetas más lejanos, y para los más cercanos (que sí podrían contener agua en estado líquido), por efecto de marea mostrarían siempre un mismo lado a la estrella, teniendo así un hemisferio con una temperatura demasiado alta y el otro hemisferio eternamente congelado. Sin embargo, las estrellas tipo G (como nuestro Sol, única prueba de vida que conocemos) y aquellas que pertenezcan a los últimos escalones del tipo F y a los primeros del tipo K, deberían ser más aptas para albergar planetas con condiciones para la vida.
El tercer criterio debe ser la presencia de condiciones estables en el sistema estelar, es decir, que la emisión de energía por parte de la estrella no debe variar mucho en plazos relativamente cortos. La cuarta condición es, la edad de la estrella a considerar. En nuestro caso, el Sol tiene 4 600 millones de años de edad, un tiempo evidentemente suficiente como para que la vida haya surgido y evolucionado. Y la quinta y última condición refiere a la metalicidad de la estrella, es decir, si presenta la cantidad suficiente de elementos más pesados que el hidrógeno (o metales, como los llaman los astrónomos), tales como carbono, nitrógeno, oxígeno, hierro, etc. Los datos recogidos hasta la fecha indican que el sistema de Alfa Centauro merece ser estudiado a fondo y tenido en cuenta en todas las búsquedas de planetas extrasolares (y de vida extraterrestre) que se realicen en el futuro. Las simulaciones de computadora sugieren que, dada su alta metalicidad y su composición orbital, podría albergar a varios planetas rocosos en órbitas estables alrededor de cualquiera de sus estrellas o en ambas.
