La exobiología es la disciplina que estudia la viabilidad para que un cuerpo astronómico sea capaz de sustentar vida. Hasta el presente, la existencia de vida extraterrestre no ha sido comprobada. El 25 de mayo de 2008, la sonda europea Phoenix Mars Lander descendió sobre la superficie de Marte con el objetivo de confirmar la existencia de agua en el planeta mediante análisis hechos en el laboratorio que llevaba a bordo y envió fotografías, una de cuales encabeza esta entrada, las cuales parecen demostrar que aterrizó sobre un bloque de hielo.
Dos años después, la Agencia Espacial de EEUU, NASA, dio por muerto el laboratorio, el cual no superó el invierno marciano, y anunció el descubrimiento de nuevas evidencias de que Marte estuvo cubierto en gran parte por enormes océanos, de acuerdo con una serie de depósitos minerales sedimentarios hallados en los bordes de Hellas Planitia, un cráter localizado en el hemisferio sur marciano. El mineral encontrado es carbonato de calcio, el cual sugiere la presencia ocasional de agua descongelada. Esta sustancia química sirve de alimento para algunos microbios (aunque potencialmente sea tóxica para otros). La NASA todavía mantiene en operaciones a los vehículos exploradores Spirit y Opportunity, los cuales descendieron sobre la superficie del planeta hace casi cuatro años.
Muy bien, ya conseguimos agua en Marte, pero la habitabilidad planetaria es considerada como una extrapolación de las condiciones de la Tierra y las características del Sistema Solar, que favorecen la floración de la vida. En Wikimedia Commons, encontramos que la astrofísica define la “zona de habitabilidad estelar” como una estrecha región circunestelar en donde, de encontrarse ubicado un planeta (o luna) rocoso con una masa comprendida entre 0,6 y 10 masas terrestres y una presión atmosférica superior a los 6,1 mb correspondiente al punto triple del agua, la luminosidad y el flujo de radiación incidente permitiría la presencia de agua en estado líquido sobre su superficie.” La zona habitable (ZH) es una cáscara teórica que rodea a una estrella, dentro de la cual cualquier planeta tendría agua líquida en su superficie, el ingrediente más importante para la vida después de una fuente de energía (para la tierra es el Sol).
En la página de Redorbit publican un interesante artículo a propósito de este tema “Questions Remain About Water On Mars“ (Continúan las preguntas sobre la existencia de agua en Marte), el cual resumo a continuación.
Hace una década, la NASA publicó una serie de fotografías las cuales revelaban surcos sobre la superficie de Marte, que hacían sugerir la presencia de agua fluyendo sobre la superficie del planeta. Se le hizo seguimiento al descubrimiento, pero una década más tarde, no hay prueba concluyente que tal agua aún exista. Algunos científicos sugirieron que las gotas semisólidas observadas por el Fénix de la NASA, eran de agua. Las mismas gotas de agua congelada han sido descubiertas dentro de cráteres y bajo la superficie en regiones de latitudes medias y altas. Al respecto, los científicos se han preguntado cuando fue la última vez que hubo agua sobre la superficie de Marte.
El Orbitador de Reconocimiento de la NASA, también ha estado buscando pruebas de la historia del agua sobre Marte. En los diez años transcurridos, los científicos tienen la certeza de existencia en el pasado, de grandes cantidades de agua sobre Marte, la cual permanece congelada y oculta. "Sospechamos que definitivamente había agua sobre Marte, y no sólo que había agua, sino que la había en cantidad…Ahora con el Orbitador de Reconocimiento de Marte, hemos encontrado agua congelada hasta en latitudes medias… Cuánto tiempo ha estado el agua sobre Marte, y cuantos sitios podrían haberla tenido, puede ser la diferencia en cuán habitable podría haber sido Marte. Los científicos siguen buscando agua sobre Marte, así como los minerales formados en la presencia de la misma. Particularmente, buscan la presencia de la materia orgánica que puede aún permanecer conservada en la misma, desde tempranas épocas”, dijo Meyer. El esfuerzo entero esta centrado en determinar si realmente hay vida, o alguna vez la hubo sobre el planeta. "Hemos sostenido talleres para determinar cuales serían los posibles sitios donde el Laboratorio de Ciencia de Marte, a lanzar el próximo año, podría aterrizar para buscar tales minerales" concluyó. Hasta acá la traducción del artículo.
En relación con lo señalado, aunque particularmente me fascina el tema de la vida extraterrestre, y la posibilidad de que sea descubierta mientras yo esté viva, pienso que el interés de los científicos “centrado en determinar si realmente hay vida en Marte, o alguna vez la hubo”, según el artículo, debería orientarse a la búsqueda de agua en nuestro propio planeta. A menos que pretendan transportar trozos del casquete polar de Marte hasta la Tierra, para usarlos ante un eventual agotamiento del agua consumible. Tenemos enormes cantidades de agua en los océanos, que por ejemplo, pudiéramos desalinizar.
Para que haya vida, no basta solo agua. Es imprescindible contar con un medio ambiente estable, es decir, debe existir un equilibrio de la actividad geológica del planeta a lo largo de un mismo periodo, así como las mínimas perturbaciones externas posibles que garanticen las condiciones para la permanencia de la vida. ¿Tenemos en la Tierra un medio ambiente estable? Digamos que por ahora si. Entonces me pregunto ¿para qué queremos conseguir vida en otro planeta? ¿Para migrar y colonizarlo? ¿Y si conseguimos alguna forma de vida y resulta que son seres superiores y nos colonizan ellos?
Si no hemos sabido conservar el nuestro en óptimas condiciones, ¿Para qué irnos a otro planeta y volverlo basura, cuando es más fácil rescatar y conservar el nuestro?
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